CUIDADOS DE LA FISTULA ARTERIO-VENOSA PARA HEMODIÁLISIS

Recomendaciones a pacientes: fístulas dialisis

La fístula arterio-venosa es el acceso vascular de elección en pacientes que necesitan
tratamiento renal sustitutivo a través de hemodiálisis, salvo que exista alguna contraindicación
médica
Este acceso vascular, será realizado unos meses antes de que el paciente precise hemodiálisis,
ya que, tras su realización, precisa de un periodo mínimo de maduración y desarrollo.
Tras ser derivado por su nefrólog@, un/a cirujan@ cardiovascular la realizará en quirófano y
bajo anestesia local. Será una intervención ambulatoria y no requerirá el ingreso del paciente.
Generalmente, la fístula se realizará en el brazo no dominante, es decir, en un paciente diestro
se intentará en el brazo izquierdo y viceversa. Esta puede ser realizada a distintos niveles del
antebrazo, desde la muñeca al codo.
Se trata de una operación sencilla en la que se unirán una arteria del brazo y una vena. Las
arterias son vasos sanguíneos que llevan gran caudal de sangre, pero son profundas y no se
pueden pinchar. Las venas, son los vasos sanguíneos más superficiales y accesibles. Cuando se
unen arteria y vena, la presión dentro de la vena aumenta, fortaleciendo las paredes de esta,
preparándola así para recibir las agujas empleadas en la hemodiálisis. Una vez realizada y si no
hay complicaciones, la fístula puede ser usada para hemodiálisis durante muchos años.

  •  Cuidados de la fístula en el postoperatorio inmediato
    Al salir de quirófano, si la fístula está funcionante, se notará al poner la mano suavemente sobre
    la cicatriz una vibración llamada thrill. Esta vibración es la turbulencia producida por la sangre al
    pasar de la arteria a la vena. Puede que al principio no se note bien, o que el paciente no esté
    entrenado y deba aprender a reconocer esta nueva sensación. Indica que la fistula puede ser
    usada para el tratamiento de hemodiálisis.
  • Durante las primeras 24-48 horas debemos observar el apósito o venda que han colocado
    sobre la cicatriz para la detección de signos de hemorragia. No se debe levantar, si se
    despega o lo cambiamos por algún motivo, debemos evitar colocar apósitos compresivos
  • Se recomienda mantener elevada la extremidad de la fístula, reposando sobre una
    almohada, para favorecer la circulación de retorno y evitar la aparición de edema o
    hinchazón de la mano. Se deben realizar movimientos suaves de apertura y cierre de la mano
    para favorecer la circulación
  • Las curas de la herida pueden realizarse en el domicilio, manteniendo la herida siempre
    limpia y seca. Debemos retirar el apósito antes de la ducha e inmediatamente después, secar
    la herida y aplicar antiséptico (por ejemplo, clorhexidina 2%). Si la herida no muestra signos
    de infección, puede quedar al aire, pasados 4-5 días
  • Vigilar posibles complicaciones de la herida quirúrgica como puede ser aparición de fiebre,
    hematoma importante, dolor intenso, supuración, frialdad o palidez en la mano, … debiendo
    comunicar esta situación al cirujan@ o nefrólog@ de referencia.
  • Se debe tomar la tensión arterial de forma habitual, comunicando al nefrólog@ situaciones
    de tensión baja, reajustando los fármacos antihipertensivos, para así evitar complicaciones
    de la fistula (trombosis) debido a la tensión arterial baja
  • Recomendaciones para el cuidado y mantenimiento de la fístula
  • No realizar extracciones sanguíneas ni colocar vías para la administración de sueros en ese
    brazo
  • No tomarse la tensión arterial en ese brazo
  • Evitar llevar relojes, pulseras, anillos, ni ningún objeto o ropa apretada que haga presión y
    pueda comprometer la circulación en ese brazo
  • No dormir sobre ese brazo, evitando presiones que puedan interrumpir el flujo de sangre
    en la fístula
  • Evitar coger excesivo peso con el brazo de la fístula, sobre todo en las dos primeras semanas
  •  Ejercicios para madurar y desarrollar la fístula
    Estos ejercicios deben comenzar tras la retirada de los puntos de la cicatriz, o aproximadamente
    a las dos semanas de la cirugía si los puntos son reabsorbibles.
  •  Realizar ejercicios de pelota. Con el brazo apoyado en una mesa, o sitio cómodo,
    presionaremos una pelota de goma, ovillo de lana o muelle, durante 10 segundos. A
    continuación, soltaremos la presión, descansaremos unos segundos y volveremos a repetir.
    Este ejercicio debe realizarse durante 15-30 min, 3-4 veces al día. Cuanto más tiempo se
    haga, mayor será el desarrollo de la vena
  •  Cuando se ha realizado la fístula a nivel del codo, además de con la pelota, ayudará al
    desarrollo de la fístula, realizar ejercicio con un peso de 1 kilo aproximadamente (botella de
    agua, paquete de legumbre, pesa) flexionando y estirando el brazo

    Debemos vigilar diariamente la fístula y estar atentos ante posibles
    complicaciones:
    – Fiebre
    – Picor, hinchazón o enrojecimiento
    – Dolor intenso y repentino
    – Supuración o signos de infección

  • En estos casos debemos acudir a urgencias o consultar con su nefrólo